Atender a la sensación que produce en nosotros/as la observación de cualquier objeto, sin nombrarlo. El ejercicio propuesto consiste en dedicar 2 o 3 minutos a practicar la atención al presente. El objetivo es practicar la atención con toda la intención para luego seguir siendo consciente en la vida cotidiana, del resto de actividades que vamos realizando.
El ejercicio es breve y sencillo, y se basa en dirigir la atención a unas sensaciones específicas que genera la observación del objeto y de la atención a nuestra respiración. Durante esos minutos, se nos invita a ser conscientes y atentos a la sensación propuesta, sin distraernos por pensamientos que puedan surgir.
Si los pensamientos aparecen, simplemente se observan con curiosidad y se dejan ir, volviendo la atención a la sensación que estamos explorando. El objetivo es desarrollar una mayor regulación emocional, siendo conscientes de los estados emocionales que hay en nosotros y desarrollar la coherencia interna al estar atentos a lo que vivimos y sentimos.
Al practicar la atención al presente, podemos mejorar notablemente los niveles de la ansiedad y encontrar una mayor armonía en nuestras vidas y estados de ánimo.
